Por favor, que alguien de su entorno cercano le diga a ese dúo dinámico de impresentables formado por Josep - Lluís - Carod - Rovira - Pasqual - Maragall (en esto, al menos, parece que van de la mano) que con los símbolos no se juega. Con los símbolos de todos, no solo con los de algunos, o "con los míos": por poner un poner, veamos, "si no está sola la senyera, quiero decir, si no se quita la bandera española, yo no homenajeo ni por el forro a ese tal Yitzhak Rabin o como se llame. Bueno, si hay que ponerse la kipá o como se llame el bonete negro ese, pues me lo pongo: pero sin que se note mucho en la foto, no vaya a ser que luego lo vean los del homenaje a Iasser Arafat, que a continuación tenemos que hacer también" (palabras ciertamente no textuales, que solo tratan de explicitar algunas trasparencias pueblerinas más o menos inconscientes: la palabras y los silencios oficiales ya están en los periódicos).
Menciono directamente la palabra blasfemia, porque, o jugamos todos come estos caballeretes, en plan demócrata-cínico-total, con todos los símbolos a disposición, incluida la senyera, o aceptamos que con los símbolos fuertes no se juega. No se juega, por ejemplo, con las banderas: ni con la senyera, ni con la bandera española (ya han dicho algo sobre el "quita y pon" los embajadores españoles e israelíes y sus gobiernos respectivos). Tampoco se juega, por ejemplo, aunque no sea un símbolo fuerte, con la kipá judía (aún no ha dicho nada la ADL: la cosa debe estar aún en "veremos si vale la pena"), que Maragall y Carod devotamente se ponen (como si fueran devotos judíos, que son quienes realmente se la ponen, incluso cuando no hay fotógrafos) para depositar una senyera corona en honor del difunto Yitzhak Rabin. A estas alturas, supongo que ya habrán visto en prensa y en blogs, blogs, blogs, y más blogs, que lo mismo que no se juega con la bandera española, desde luego que no se juega con una corona de espinas (yo te hago la foto, y luego tu a mí, etc.) en Jerusalén. La corona de espinas es un símbolo inequívoco donde los haya, del que por tanto no hace falta hablar por extenso. Y es un símbolo muy fuerte, cuya mofa es una injuria blasfema, si no formal, en todo caso material, directa, contra Jesucristo, y contra la sensibilidad los cristianos en general. Por no hablar de quienes, sin ser cristianos, tienen un mínimo de "seny" o de juicio en general. Por no hablar de la sensibilidad respecto de las raíces culturales europeas, por ejemplo.
Quizá es que por un momento estos señores embajadores han perdido los papeles, o se han distraído los/las agentes de relaciones públicas que les dice qué hay que hacer o no hacer, porque entre otras cosas, parece que este viaje tenía que ver con promover la paz y la armonía:"La delegació catalana ha estat molt curosa a l'hora de preparar el viatge i marxa a la zona de tradicional conflicte amb un missatge clar. "Catalunya defensa abans que res la pau", ha explicat la secretària de Relacions Internacionals Margarida Obiols. Com a prova, Maragall dipositarà flors tant a la tomba d'Yitzhak Rabin (primer ministre israelià assassinat) com a la d'Iasser Arafat." Quizá también, la verdad es que -si al final les ha acompañado en el viaje- les podía haber echado una mano en la cuchipanda el publicista Lluís Bassat que, a més, és president del centre Simon Peres de Barcelona.
He tachado la foto para no ver ni dejar ver al señor Josep-Lluís Carod-Rovira blasfemando (de obra, no de palabra: así se llama -mal que nos pese, nos moleste y nos inquiete- lo hecho), de modo público y publicitado, en las calles de Jerusalén. Ni tampoco ver ni dejar ver la cara "divertida" de una señora que hay detrás de él, parte de la cuchipanda, por las trazas. El señor que hace la foto (ya sé que es muy conocido, pero siempre queda luego algún desmemoriado por ahí) es don Pasqual Maragall, partícipe y coautor también "divertido", voluntario y activo en la misma acción blasfema. Y no hablo de sus intenciones: vaya uno a saber por donde andan. Lo digo por si luego alguien no le reconoce en los carteles electorales, ahora que se lleva el "lifting" fotográfico.
En fin, todo sea por saber qué entienden estos ínclitos abanderados ( = envueltos en una bandera) por "Catalunya defensa abans que res la pau". Y qué entienden por respeto a los demás, a las minorías y a las mayorías, a las religiones y creencias ajenas, y todas esas cosas que siempre quedan tan bien en los discursos, y que cuando son vividas, de hecho, favorecen la paz. Son cosas que -según dejan ver unas simples fotos en Jeruraslén- se dicen y mencionan, pero que luego se comprueba, con pena, que algunos no las viven de verdad. No sé si eso es más cinismo que simulación o engaño. En cualquier caso, confirma que del dicho al hecho hay mucho trecho. Infinito, si se habla de respeto, en este caso.
Al final, estos dos señores (dos pobres diablos, como hemos visto, a fin de cuentas) se quejarán con cara de circunstancias si algún portavoz autorizado de la Iglesia les dice algo, aunque sea en privado. Y dirán que ellos no tenían intención de faltar al respeto de las convicciones de nadie, etc. Es más, acusarán a quienes tengan esas convicciones y se sientan ofendidos de exagerados y fundamentalistas, o lo que sea, con tal de quitarse su propia infamia (Drae: "descrédito, deshonra" y también "maldad, vileza en cualquier línea"), de encima. O harán un mohín de inocencia y descuido diciendo, con otras palabras, por supuesto, que no se daban cuenta de que entre sus electores debe haber algún que otro católico (desde ahora despistado) en concreto y algún que otro cristiano (desde ahora despistado) en general. O incluso algunas gentes de bien (desde ahora despistados) sin confesión religiosa declarada.
Parece que ya no vale replicar diciendo algo así como que hablar de blasfemia es "pasarse", que "la cosa no es para tanto", etc. Solo de parar mientes en alguien que diga algo así, parece de justicia recordar que ya no se trata de poner aquí la otra mejilla cristiana, porque ésta ya era "la otra". Pienso que en esta circunstancia se trata más bien de aquel asunto: a Dios rezando, desde luego por quienes Le ofenden (por estos, que ahora lo han hecho en concreto, con todos sus nombres y apellidos, y salvando sus volátiles intenciones) y luego, con el mazo dando. Aunque sea suavecito, no sea que se rompan, en la fragilidad de su imagen pública. Porque lo que es dimitir, supongo que de eso ni se habla. Aunque sean unos pobres diablos, cojuelos y predicadores, han ofendido por lo menos a algo más del 75% de la población que gobiernan, y han producido vergüenza ajena, además, al 100% de quienes nos hemos enterado.
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Actualización (24 Mayo 2005): ERC e IU vetan la pregunta del PP a De la Vega sobre las provocaciones de Carod y Maragall en Israel: Siguen los despropósitos en este culebrón de altos cargos nacionalistas de baja estofa y mala ralea, según dicen las agencias de noticias que recoge Libertaddigital: en el Parlamento español, "este miércoles no habrá preguntas sobre el comportamiento de Carod y Maragall en su reciente viaje a Israel, después de que ERC e IU hayan vetado que el PP pueda interpelar a De la Vega por este asunto en la sesión de control al Gobierno. Además, el PP solicitará la comparecencia urgente de Miguel Ángel Moratinos por considerar "vergonzoso" y una "tomadura de pelo" las explicaciones que ha ofrecido achacando la culpa de la ausencia de la bandera española a la floristería que puso las cintas."
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Actualización (23 Mayo 2005): : Tiene razón Juan Manuel de Prada cuando recuerda que "no ofende quien quiere, sino quien puede", en ABC (23 de Mayo, 2005), "El pelanas": "(...) al pelanas jamás se le hubiese pasado por su cabecita atestada de serrín dedicar su desprecio a ninguna otra fe que no hubiese sido la cristiana; y en el caso de que a alguien se le hubiese ocurrido hacerlo, él mismo hubiese sido el primero en señalar al ofensor, encaramándose en el pedestal de la tolerancia: ya se sabe que el miedo, además de libre, es acusica. Pero tampoco conviene sacar las cosas de quicio. No ofende quien quiere, sino quien puede. (...)"
El siempre fascinante ministro de exteriores Moratinos se suma a la cuchipanda de Carod y Maragall, y viene a decir que "las reclamaciones al maestro armero": según puede leerse, entre otros sitios, en Libertaddigital, la agencia Europa Press informa que "Miguel Ángel Moratinos ha aceptado la explicación de la Embajada de que una floristería fue la culpable de la retirada de la bandera española en un homenaje durante el viaje de Maragall y Carod a Israel. Sobre la ausencia de Carod en otro acto por no estar la bandera catalana, Moratinos dice que "tomó la decisión que consideró oportuna". El titular de Exteriores eludió pronunciarse sobre la polémica suscitada por la imagen de Carod con una corona de espinas entre carcajadas mientras Maragall le hace una foto.
Parecen dos homosexuales en viaje de novios , haciendo turismo religioso-cultural, riendose de cualquier objeto que para ellos es solo materia significativa como instrumento de sarcasmo, en realidad asi fue utilizada por los soldados romanos hace 1972 años para escarnecer al Rey de los judios.
Existe una hipotesis sobre la procedencia de los soldados romanos que iban con Pilatos , serian tarraconenses; en Tarragona esta la casa de Pilatos.Parece que alli nacio y fue gobernador hasta que lo trasladaron a Jerusalem, seguramente le acompañarian en ese traslado gentes de su confianza que podrian ser de la provincia romana de Hispania: Tarraconensis, quizas los que ejecutaron la Pasion de Cristo fueran ancestros de esta piel de toro.
Pero lo mas significativo de este souvenir en Tierra Santa que se llevan estos impresentables es que se esta volviendo a representar la Pasion de Cristo antes en la cabeza , hoy en su cuerpo que es la Iglesia . Rene Girard sigue teniendo razon: el viejo mecanismo del chivo expiatorio ya no tiene efectos beneficos sobre el cuerpo social desde el sacrificio de Dios Hijo,pero nuestra falta de teshuva nos hace recaer siempre en la ruta antigua de los hombres perversos. ¿Hasta cuando?
Publicado por: José Luis Mira Torres | 21 mayo 2005 en 08:02 p.m.
Desde luego, José Luis, que se trata de dos políticos que más bien querrán aparecer ahora como "pobres diablos" (Drae: "Hombre bonachón y de poca valía"), cuando, en efecto, son, lisa y llanamente, impresentables. Pero diablos impresentables a fin de cuentas. Querrán quizá pasar ahora por simples diablos "cojuelos" (Drae: "Persona enredadora y traviesa"), cuando más bien tienden a ser diablos "predicadores" (Drae: "Persona que, siendo de costumbres escandalosas, se mete a dar buenos consejos").
No tengo especiales conocimientos de historia, pero sí que entiendo que Tarragona fue, durante un buen puñado de años (casi unos cinco siglos), la segunda ciudad del Imperio Romano, después de Roma. Y que la provincia Tarraconensis ocupara casi toda la península ibérica, menos un par de trocillos en el suroeste, donde estaban la Lusitania y la Betica. Es normal que de Tarragona saliese, además de gentes como el breve emperador Galba, sucesor de Nerón, o Plinio el Viejo, algún que otro indeseable.
Y desde luego que René Girard tiene mucha razón en muchas cosas. Aunque pienso que él mismo ya está últimamente practicando más bien la confesión sacramental católica que la teshuvá judaica que mencionas. El habla de y con Dios, no de y con D'os. Y pienso -por lo que últimamente le he leído- que entiende que el arrepentimiento y el perdón de los pecados es un asunto personal (también el pecado), y -por tanto, como asunto personal- incluye desde luego una dimensión social pública, que tiene que ver con el culto y liturgia sacramentales. El sacrificio verdadero único y definitivo en la historia ha sido, en efecto, el de la encarnación, vida, pasión, muerte y resurrección de Jesucristo. Si así pudiera hablar, en términos girardianos, tras los rasgos más o menos deformes e impropios del genuino y único "chivo expiatorio" a lo largo y ancho de la historia de las culturas, es relevante sobre todo el escándalo cristiano de la Resurrección. Escándalo que dura hasta hoy, y no sólo porque el sacrificio de la Misa sea realmente el del Calvario, si bien incruento y misterioso en sentido estricto.
Pienso que todos entramos y salimos de "la ruta antigua de los hombres perversos" (sigo improvisando aquí, a propósito esta vez de tu pregunta), y la actualizamos, en la medida en que no queremos, podemos, sabemos, etc., identificarnos con el mencionado protagonista del sacrificio verdadero único y definitivo en la historia.
Decirlo así parece aquello de Platón en su Carta VII, dirigida a su amigo el tirano Dionisio de Siracusa: “sólo cuando penosamente se ha frotado unas palabras con otras, nombres, definiciones, percepciones de la vista, impresiones de los sentidos, cuando se ha discutido en discusiones amables, en las que la envidia o el interés no dicta ni las preguntas ni las respuestas, sólo entonces alumbra sobre el objeto estudiado la luz de la sabiduría y de la inteligencia, con toda la intensidad que pueden soportar las fuerzas humanas. Es por esto que todo hombre serio se guardará bien de tratar por escrito de cosas serias y entregar así su pensamiento a la envidia y a la ininteligencia de la multitud".
Hay que sacar de esto esta simple conclusión, continúa Platón: "cuando vemos una composición escrita, ya sea por un legislador sobre las leyes, o por cualquier otro acerca de cualquier asunto, diremos que el autor no ha tomado aquello en serio, si él mismo es alguien serio” (Carta VII, 344 b-c).
El caso es que Platón dice esto precisamente por escrito. Y el caso es también que esto es un blog, y hay que escribir de asuntos no siempre triviales con el temor de no expresarse bien, y de no ser bien entendido o comprendido.
Publicado por: JJGN | 22 mayo 2005 en 11:47 a.m.