Hoy se han hecho públicas, dentro de un bien estudiado timing de visibilidad mundial- las películas seleccionadas para los premios Oscar, premios de la Academia cinematográfica por antonomasia, premios más o menos burdamente mimetizados en otros países. El caso es que se organizará el ruido suficiente para que aumenten los espectadores de las películas "nominadas" [anglicismo extraño al "nominar" castellano, usado en el sentido activo o pasivo de "elegir", cuando para el Drae significa simplemente "acción de dar nombre a una persona o cosa"]. Y el gran triunfador será "The Aviator", tras sus once "nominaciones".
Dejando de lado cuestiones de términos, entiendo que la selección de "The sea inside" ("Mar adentro") para competir en la categoría de "Foreing language film" va a tener amplio eco en el mundo de habla hispana. Como hoy mismo ya me han preguntado qué pienso al respecto, diré que he contestado -sin acritud- que sigo pensando lo mismo que dije el 8 de septiembre pasado, al publicar un post con ocasión de la presencia del film en la Bienal de Venecia: que "Mar adentro" es una trivial apología estetizante de la eutanasia. La actual selección para los Óscares (asunto sustancialmente relacionado con estrictos intereses industriales) no quita ni pone una coma a lo entonces dicho.
También me han preguntado, ¡cómo no!, por "The Passion", de la que hice una crítica antes de su estreno, y sobre la que he hablado en entrevistas a colegas. No repetiré lo dicho, que mantengo. El caso es que "The Passion" comparte "nominación" con "Mar adentro" en la categoría de "Makeup", y además ha recibido otras, en las categorías de "Music (Score)" y de "Cinematography". Pero no figura entre las más relevantes, ni siquiera -perdón por la posible ironía, pero el asunto tiene su gracia- entre las seleccionadas por tratarse de un "Foreing language film".
La razón que esgrime la Academia es que esta última categoría exige que la película sea oficialmente presentada por un país, diciendo que
although Mel Gibson's epic picture "The Passion of the Christ" is in the obscure Aramaic language, it can't be eligible for the award because there is no country to submit it.
Curioso asunto, porque, entre otras cosas, 1) la película ha sido oficialmente presentada, aceptada y elegida en otras categorías; 2) ¿Qué se entiende por "Foreing language film": uno presentado por un país distinto de los USA?; 3) ¿Debe ser un país o una lengua lo que es "foreing"? ¿Y debe ser necesariamente una lengua "oficial" de ese país? Alguien podría pensar quizá que entonces una película rumana, por ejemplo, hecha en inglés, no debería competir en esa categoría...
En fin, ya se ve que los Óscares son asunto más bien de tipo sindical, o de autopromoción global de una poderosa industria nacional, como es la cinematográfica en USA. Quizá se trate -por lo que mira a "The Passion"- simplemente, de aplicar el reglamento, porque, según los expertos,
"because a film is in the foreign language category, it doesn't mean it can't be up for other awards, including best picture."
No vaya a ser que a algún miembro de la Academia se le fuera a ocurrir que "The Passion" podría concurrir a "Best picture", por ejemplo, por dos vías. Como ya ha sucedido con películas que son "Foreing language film" como "Life Is Beautiful," "Fanny and Alexander," "Z," "A Man and a Woman" y "8 1/2": siendo "Foreing Language films", no dejaron de ganar otros premios grandes de la Academia.
Pero no está todo tan claro, al menos a primera vista no experta en esos aparentemente sencillos, pero a la postre intrincados vericuetos: el inglés puede ser "foreing language" para la Academia, porque se habla en Inglaterra, y entonces esta nación podría presentar sus films en esa categoría. Pero el arameo no es "foreing language" para la Academia, pues parece que no hay ningún país cuya lengua oficial sea el arameo.
En todo caso, la Academia sí que tiene en cuenta el poderoso y beligerante lobby judío hollywoodiano, el mismo que encaramó 'La vita è bella', el (hermoso pero falto de unidad) film de Roberto Benigni, con las pertinentes congratulaciones de Israel, como vencedor de 3 Oscares en 1999. Un lobby que -junto a la Anti Defamation League- no puede ni ver "The Passion". Aunque algunos personajes públicos del mundo de la comunicación, como Michael Medved, judíos practicantes, hayan aplaudido el film y la personalidad de Mel Gibson. Pero no desde dentro de Hollywood. Mucho menos, depués de haber ingresado 370.274.604 dólares sólo en 15 semanas de estreno en USA, habiendo costado al bolsillo de Mel Gibson 30 millones. Menos aún, tras ser un éxito mundial rotundo, en salas y DVD. Gibson se ha jugado en esta película su dinero (que ha recuperado con insospechadas creces) y su prestigio como cineasta. Ya se ve que su prestigio como cineasta -dificultado esta vez por el reglamento la Academia- depende de manos menos seguras que su dinero. El dinero y el mercado es más democrático que la Academia de Hollywood.
Puestos a celebrar algo en esta ocasón, celebremos el centenario de la lengua cervantina: "cosas veredes, Sancho" en el intrincado y fascinante mundo de intereses que generan las "nominaciones" de la Academia. (Aunque sea una celebración no literal, pues ninguna de las dos acepciones que circulan, "¡Cosas veredes, Sancho, que no crederes (o creeredes)! " y "Cosas veredes, Sancho, que harán temblar las paredes", aparece en el Quijote. En el caso que nos ocupa, he tomado la primera acepción, porque en estas cuestiones hollywoodianas de escandalizar y sacar duros sancando partido de escándalos, últimamente ya casi no quedan paredes en pie que puedan temblar).
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[Actualización (26 Enero 2005): muy agradecido por el rápido y generoso eco en Si, si. No, no. Bienvenidos los lectores de ese cada vez más interesante blog, que -como otros más- me deja cubierta la espalda de mi conciencia de lector interesado por muchos asuntos. Gracias, Si, si. No,no, por llegar también, como otros, a tantos asuntos. Así tengo las manos libres para escribir solo lo poco que me permite el tiempo que tengo. Voy al asunto.
La primera parte del asunto tiene que ver con la "no-nominación" de "Farenheit 9/11" de Michael Moore, en la especialidad de "Documentales". Lo razona bien el Wall Street Journal, "Farenheit Zero", argumentando con la lógica de lugar: "You can say many things about Hollywood, but there is one Tinseltown verity that will never change: It doesn't reward losers." También la primera parte tiene que ver con los "fans" de "The Passion": Según CNN, en No Oscar battle for 'Passion' partisans, Jennifer Giroux of seethepassion.com., reconoce que "Hollywood has spoken. 'Don't mess with us because we will not consider your talent if you do anything that is Christian,' is the message that's coming out."
>> "Sin pelos en el teclado"
La segunda parte del asunto -actualización de lo dicho sobre las "nominaciones"- queda mejor con algunos antecedentes. Conozco desde hace unos años a Barbara Nicolosi, como colega dedicada a escribir guiones y también a la formación profesional de guionistas cinematográficos en Los Ángeles. Mujer 100% profesional en Hollywood, está empeñada además en no dejar fuera de esa formación la dimensión trascendente y la dignidad del ser humano. Y en concreto, el modo cristiano de entender esa trascendencia y dignidad. Así lo dice explícitamente en la presentación de Act One, su empresa. Entiendo y sé que no a todos gusta el estilo especial de Barbara. Hemos hablado horas del asunto, y bueno es que cada cual haga las cosas como mejor le parezca (a fin de cuentas, "tutto fa brodo", se dice en italiano). Valgan estas breves líneas de presentación para animar a leer (y entender) lo que dice en su blog sobre las "nominations".
Esta es una simple selección de lo que recomiendo leer, escrito -como de ordinario escribe Barbara- sin pelos en el teclado. Después del razonamiento de peso, dice:
So, this year, the top Oscar nominations have gone to…
…a movie that makes a hero out of a man who murders his adopted daughter.
…a movie that makes a hero out of an abortionist.
…a movie that makes a hero out of a discredited researcher who was obsessed with sex and encouraged many others to experiment with various perversions.
…a movie that lionizes a billionaire narcissist who died insane from syphilis.
…a movie that suggests it is funny when an engaged man sets off for a week of debauchery before his marriage with his drunkard best friend.
…a movie that glamorizes four alley cats dressed as beautiful people who fornicate and commit adultery with each other, and indulge in various sexual perversions until the movie ends.
…a movie that makes a hero out of a paraplegic in despair who wants to kill himself.
Y, luego, refiriéndose a "The Passion" (TPOTC, en hollywoodiano), añade:
What makes this year's noms even darker is the fact that there was this one big cinematic elephant out there that, as we all predicted, was passed over for all the top awards. This movie was...…
…the biggest independent movie in cinema history.
….the third biggest box-office movie of the year. (standing corrected)
….a movie that moved millions of people to tears, had the entire world talking, and even led several murderers to turn themselves in!
…the most courageous directoral achievement since Citizen Kane.
…which just happened to be the story of the redemption of the world by the Son of God. Too bad.
Sin duda que habrá bastante gente que tomará nota de lo dicho por Barbara en este post. Y lo pensará un par de veces. Otros no, por supuesto.
Nueva Actualización - "Sobre civismo cultural" (27 Enero 2005): puesto que menciono a Michael Medved en el texto, bueno será saber que hoy publica un extenso artículo en el Wall Street Journal, A Movie With Legs. "Fahrenheit 9/11" is already dated, but "The Passion" will endure, resaltando el equívoco que opone por una parte a "izquierdas - demócratas - progresistas" y por otra a "derechistas - republicanos - conservadores". El mundo no es tan maniqueo como lo pintan los políticos simplistas. Entre otras cosas, porque ni la religión ni el trabajo profesional bien hecho, viene a decir Medved (que es judío ortodoxo practicante), dividen ni separan a la gente en la sociedad, en la vida civil, en el civismo cultural. Aunque quizá sí a suceda -además de entre los políticos simplistas- entre los miembros de la Academy of Motion Picture Arts and Sciences. Tres párrafos del artículo de Medved:
Religiosity not only draws more broad-based public support, but also counts as far less transient than campaign-season propaganda. This suggests another reason that the lack of serious Oscar attention paid Mr. Gibson (his movie did win nominations in three technical categories--makeup, cinematography and musical score) rankles the moviegoing public far more deeply than the shutout of Mr. Moore. Traditionally, the top Academy Awards go to motion pictures that plausibly aspire to "classic" status--as did last year's big winner, "Lord of the Rings: The Return of the King." The most celebrated Best Picture winners of the past--from "Gone With The Wind" and "The Sound of Music" to "Schindler's List" and "Titanic"--appealed to Academy voters because they looked like movies that might still connect with eager audiences many decades after their debut.
"Fahrenheit 9/11" unequivocally functioned as an artifact of the moment and a factor in a fiercely fought political campaign. As soon as that campaign concluded, the energy instantly leaked out of Michael Moore's effort to win major Oscar nominations, and his movie began to feel as dated, quaint and irrelevant as a faded bumper sticker from a losing cause. "The Passion of the Christ," on the other hand, still plays with the same fiery immediacy it brought to its explosive Ash Wednesday release. And it's easy to imagine church groups (and cinema students) still watching it with avid attention 50 years from now, much as "The Ten Commandments" has continued to draw eager audiences during periodic re-releases in the course of a half-century.
"The Passion" clearly dwarfs such skillful but slight works as "Sideways" or "Finding Neverland" (both nominated for Best Picture) in terms of thematic and historical significance. Members of the entertainment elite may confuse faith and politics--viewing religiosity as suspect and subjective, while embracing left-wing ideology as a form of Ultimate Truth--but the mass audience now and in the future will reliably recognize the difference.
Actualización (02 Febrero 2005): bienvenidos los lectores que llegan desde Diario de un Centollo, blog de José Muñiz, en Qué!].
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